María, Rosa Mística, te pedimos concedas la unidad y la paz a este mundo rasgado por la discordia.
Rosario a María Rosa Mística.
Misterios del Rosario.
Misterios de las Alegrías: (lunes, miércoles, jueves, sábados y domingos)
1º Misterio El gozo que sintió la Virgen al recibir el Misterio de la Encarnación.
2º Misterio El gozo que sintió la Virgen en la visita a su prima Santa Isabel y saber que era la Madre de Dios.
3º Misterio El gozo que sintió la Virgen en el nacimiento del Niño Dios en el portal de Belén.
4º Misterio El gozo que sintió la Virgen al recibir la Adoración de los Reyes Magos
5º Misterio El gozo que sintió la Virgen en la Triunfante Resurrección de Jesús.
6º Misterio El gozo que siente la virgen por su Asunción a los cielos y por ser coronada como reina de toda la Creación.
7º Misterio El gozo que siente la Virgen al Peregrinar los méritos de sus lágrimas de sangre por todo el mundo.
Misterios de los dolores: (martes y viernes)
1º Misterio Cuando oyó frente al Templo, al presentar a su Hijo, una profecía del Anciano Simeón: "Una espada de dolor atravesará tu alma"
2º Misterio Cuando se vio obligada a huir a Egipto, escapando de la persecución de Herodes que quería matar a su Hijo Amado.
3º Misterio Cuando busco por tres días a su Hijo que lo daban por perdido.
4º Misterio Cuando encontró a su Divino Hijo cargando en brazos la pesada cruz rumbo al Calvario para ser crucificado en ella por nuestra salvación.
5º Misterio Cuando vio a su Amado Hijo ensangrentado y agonizante durante tres horas y luego morir en la cruz.
6º Misterio Cuando su Amado Hijo, traspasado el pecho por la lanza, es bajado de la cruz y depositado en sus brazos.
7º Misterio Cuando contemplo el Cuerpo de su Divino Hijo en el sepulcro.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.
Oración Inicial:
“Jesús crucificado, postrados a tus pies te ofrecemos las Lágrimas de Sangre de aquella que te acompañó con tierno amor y compasión en tu Vía crucis. Concédenos la gracia, ¡Oh buen Maestro! de tomar a pecho las enseñanzas contenidas en las Lágrimas de Sangre de tu Santísima Madre, para cumplir tu voluntad de tal manera que un día seamos dignos de alabarte y glorificarte por toda la eternidad, Amén.”
Se rezan siete misterios así:
En lugar del Padre Nuestro se dice:
“¡Oh Jesús mío!, mira las Lágrimas de Sangre de aquella que te tenía el amor más grande en la tierra y te ama con el amor más fervoroso en el cielo.”
En vez de las Avemarías se dice:
“¡Oh Jesús! escucha nuestros ruegos por las Lágrimas de Sangre de tu Santísima Madre.”
Al finalizar el Rosario se dice tres veces:
"¡Oh Jesús mío!, mira las Lágrimas de Sangre de aquella que te tenía el amor más grande en la tierra y te ama con el amor más fervoroso en el cielo."
Oración Final:
“¡Oh María!, Madre al Amor, de los Dolores y de Misericordia, te suplicamos reúne tus ruegos con los nuestros para que Jesús, a quien nos dirigimos en el nombre tus Lágrimas de Sangre maternas, escuche nuestras súplicas concediéndonos, con las gracias que te pedimos, la corona de la vida eterna, Amén.”
“Tus Lágrimas de Sangre ¡Oh Madre Dolorosa!, destruya el reino del infierno. Por tu Divina mansedumbre, ¡Oh encadenado Jesús! guarda al mundo de los horrores amenazantes.”
Ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.
Danos, desde el cielo, tu maternal bendición en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Rosa Mística, lnmaculada Virgen, Madre de la gracia, en honor de tu Divino Hijo, nos postramos ante ti, para implorar la misericordia de Dios.
No por nuestros méritos, sino por la bondad de tu Corazón maternal, pedimos ayuda y gracias, con la seguridad de ser escuchados. Avemaría…
Rosa Mística, Madre de Jesús, Reina del Santo Rosario y Madre de la Iglesia -Cuerpo Místico de Cristo- te pedimos, para el mundo destrozado por la discordia, el don de la unión, de la paz y de todas las gracias que puedan convertir los corazones de tantos hijos tuyos. Avemaría…
Rosa Mística, Reina de los Apóstoles, haz florecer alrededor de los altares eucarísticos, numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas, que con la santidad de su vida y el celo apostólico por las almas, puedan extender el Reino de tu Hijo Jesús por todo el mundo.
Derrama, ¡Oh Madre!, sobre nosotros tus dones celestiales. Avemaría 1 Salve.
Día Primero
“El Señor te ha favorecido”
A los seis meses, Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea llamado Nazaret, donde vivía una joven llamada María; era virgen, pero estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey David. El ángel entró en el lugar donde ella estaba, y le dijo:
-¡Salve, llena de gracia! El Señor está contigo.
María se sorprendió de estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:
-María, no tengas miedo, pues tú gozas del favor de Dios. Ahora vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será un gran hombre, al que llamarán Hijo del Dios altísimo, y Dios el Señor lo hará Rey como su antepasado David, para que reine por siempre sobre el pueblo de Jacob. Su reinado no tendrá fin. (Lc 1, 26-33)
Palabra de Dios.
Reflexión:
Dios no habla a los gritos sino en el silencio y en el corazón. María supo escuchar a Dios y callar para que él hablara. Ella es la mejor maestra en este arte de hacer silencio en nuestros corazones para encontrar a Dios.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos enseñes a hacer silencio en nuestro corazón para escuchar a Dios. Ayúdanos a que, entre tanto ruido del mundo, podamos distinguir su voz.
“Que se cumpla en mí lo que has dicho”
María preguntó al ángel:
-¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios altisimo se posará sobre ti. Por eso, el niño que va a nacer será llamado Santo e Hijo de Dios. También tu parienta Isabel va a tener un hijo, a pesar de que es anciana; la que decían que no podía tener hijos, está encinta, desde hace seis meses. Para Dios no hay nada imposible.
Entonces María dijo:
-Yo soy esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho.
Con esto, el ángel se fue. (Lc 1, 34-38)
Palabra de Dios.
Reflexión:
Al decir “hágase tu voluntad”, María reconoce la grandeza de Dios. A los seres humanos nos tienta manejar las cosas a nuestro antojo. Aunque lo hagamos con buena voluntad, no trascendemos nuestra propia realidad y no nos abrimos a la voluntad de quien nos dio la vida.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos muevas a creer y a confiar en lo que Dios anuncia y nos pide. Que consigamos imitarte para que Dios actúe en nosotros y, entonces, de verdad nuestra voluntad sea su voluntad.
“Feliz de ti por haber creído”
Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entro en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedo llena del Espíritu Santo. Entonces, con una voz muy fuerte, dijo:
-¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho! (Lc 1, 39-45)
Palabra de Dios.
Reflexión:
Hay personas que contagian felicidad, ganas de “saltar” de alegría. María es uno de esos seres especiales y el encuentro con ella nos hace sentir únicos, cercanos al fruto de su vientre.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos contagies la felicidad y la plenitud de la fe. Sé mediadora para que nos encontremos con Jesús. Y que así cada encuentro con otra persona esté tan repleto de esa densidad de amor, que le haga al otro vivir una experiencia de Dios.
“El Señor hizo en mí maravillas”
María dijo:
-"Mi alma alaba la grandeza del Señor; mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador.
Porque Dios ha puesto sus ojos en mí, su humilde esclava, y desde ahora siempre me llamarán dichosa; porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas.
¡Santo es su nombre! Dios tiene siempre misericordia de quienes lo reverencian.
Actuó con todo su poder: deshizo los planes de los orgullosos, derribó a los reyes de sus tronos y puso en alto a los humildes. Llenó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
Ayudó al pueblo de Israel, su siervo, y no se olvidó de tratarlo con misericordia.
Así lo había prometido a nuestros antepasados, a Abraham y a sus futuros descendientes." (Lc 1, 46-55)
Palabra de Dios.
Reflexión:
Humildad es tener ojos para ver la grandeza de la creación. María tiene esos ojos y por eso ofrece su espontáneo “gracias” al Creador. Cantar, celebrar y agradecer con sencillez es una vía que planifica nuestro tránsito por la vida.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos señales siempre tu sentido de la alabanza para que surja nuestro más humilde “gracias” por el regalo de la vida. Y que entonces glorifiquemos a Dios desde la realidad que a cada uno le toca vivir.
“No había lugar para ellos en ningún lado”
Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo.
Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón. (Lc 2, 1 7)
Palabra de Dios.
Reflexión:
En ciertas situaciones nos preguntamos qué es tener un corazón nuevo. Jesús nos responde que un corazón nuevo es un corazón siempre abierto a las necesidades de los demás. Es desde esa sencillez que podremos renovar nuestra mirada.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos ayudes a darles lugar a las personas que se nos acercan. Y sobre todo ayúdanos a cultivar la virtud de abrir los ojos y ver a los pobres, débiles y enfermos, para donarles nuestros corazones como Jesús nos enseñó.
“María guardaba estas cosas en su corazón”
Cuando sus padres lo vieron, se sorprendieron; y su madre le dijo:
-“Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustias”.
Jesús les respondió:
-“¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo estar en la casa de mi Padre?”
Pero ellos no entendieron lo que les decía.
Entonces volvió con ellos a Nazaret, donde vivió obedeciéndolos en todo. Su madre guardaba estas cosas en su corazón. (Lc 2, 48-51)
Palabra de Dios.
Reflexión:
Como le pasó a María, nuestro corazón está lleno de preguntas. La fe es apoyarnos con confianza incondicional en Dios, con la certeza de que, aunque los interrogantes seguirán, estaremos seguros en Él.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos recuerdes que no es necesario saberlo todo cuando se trata de los asuntos de Dios. Y que, con tu ejemplo como guía, conservemos todas las cosas en el corazón aunque a veces no las entendamos.
“Hagan todo lo que él les diga"
Al tercer día hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. La madre de Jesús estaba allí, y Jesús y sus discípulos fueron también invitados a la boda. Se acabó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
-“Ya No tienen vino”.
Jesús le contestó:
-“Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía”.
Ella dijo a los que estaban sirviendo:
-“Hagan todo lo que él les diga”.
Había allí seis tinajas de piedra, para el agua que usan los judíos en sus ceremonias de purificación. En cada tinaja cabían unos cincuenta a setenta litros. Jesús dijo a los sirvientes:
-“Llenen de agua esas tinajas”.
Las llenaron hasta arriba, y Jesús les dijo:
-“Ahora saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta.”
Así lo hicieron. El encargado de la fiesta probó el agua convertida en vino, sin saber de donde había salido; sólo los sirvientes lo sabían, pues ellos habían sacado el agua. Así que el encargado llamó al novio y le dijo:
-“Todo el mundo sirve primero el mejor vino, y cuando todos los invitados han bebido bastante, entonces se sirve el vino corriente. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora”.
Esto que hizo Jesús en Caná fue la primera señal milagrosa con la cual mostró su gloria; y sus discípulos creyeron en Él. (Jn 2, 1-11)
Palabra de Dios.
Reflexión:
Cuando estamos atentos a los demás descubrimos cuáles son sus necesidades. María nos mueve a sentir los problemas del otro como propios y a ponernos en manos de Jesús para ayudar. Esa generosidad es el camino para llegar al corazón del Padre.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos estimules a ser generosos y a entregarnos al servicio de los demás. Que hagamos todo lo que Jesús nos diga en oración para que nuestras acciones descubran su presencia.
“Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre”
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre, y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre, y junto a ella al discípulo a quien él quería mucho, dijo a su madre:
-“Mujer, aquí tienes a tu hijo”.
Luego le dijo al discípulo:
-“Aquí tienes a tu madre”.
Desde entonces, ese discípulo la recibió en su casa. (Jn 19, 25-27)
Palabra de Dios.
Reflexión:
Cuando las cosas salen bien todos solemos hacernos presentes. Sin embargo, cuando sobreviene el dolor no es tan sencillo. Hace falta entereza para acompañar al prójimo en sus horas de dolor, no abandonarlo en la soledad.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos concedas algo de la calidez de tu alma maternal para acompañar al que sufre. Que, desde el amor, compartamos el dolor y la tristeza de los que nos rodean. Que podamos ser amigos fieles cuando les toque cargar su cruz.
“En oración, en compañía de María, la madre de Jesús”
Desde el monte llamado de los Olivos, regresaron los apóstoles a Jerusalén; un trecho corto, precisamente lo que la ley les permitía caminar en sábado.
Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde estaban alojados. Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago.
Todos ellos se reunían siempre para orar algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. (Hch 1, 12-14).
Palabra de Dios.
Reflexión:
Rezar es buscar a Dios... y los apóstoles muestran un camino: hacerlo juntos. Jesús nos prometió que al reunirnos en su nombre, allí estaría. Como rezar es buscar a Dios, contamos con la compañía de María para esa búsqueda.
Oración:
María Rosa Mística: Te pedimos que nos acompañes en nuestras comunidades para que también nosotros estemos íntimamente unidos y así participemos en la vida de la Iglesia: que podamos servir a los demás y celebrar juntos el misterio de la vida y de la fe.
Breve Reseña y Mensajes
Montichiari, es una pequeña ciudad del norte de Italia, a 20 Km. de Brescia, al pie de los Alpes italianos, su nombre significa “monte luminoso”.
Pierina Gilli, ejercía el oficio de enfermera, había nacido el 3 de agosto de 1911. En la primavera del año 1947 la Virgen se la aparece en una sala del hospital, vestida con túnica morada y su cabeza estaba envuelta en un velo blanco. Tenía el pecho atravesado por tres espadas. Su rostro estaba triste, corrían lágrimas en sus purísimos ojos. La Virgen le dijo: "Oración-Penitencia-Reparación" y luego guardó silencio.
En la segunda aparición, el 13 de julio de 1947, la Madre de Dios, vestía de blanco y en lugar de tres espadas, tres rosas, blanca, roja y dorada, adornaban su pecho.
Pierina Gilli tuvo muchas visiones de la Virgen y con muchos mensajes. En esta segunda aparición le explicó el significado de las tres espadas y de las tres rosas:
La primera espada significa la pérdida culpable de la vocación sacerdotal o religiosa; la segunda: la vida en pecado mortal de personas consagradas a Dios; la tercera: la traición de aquellas personas que no sólo han perdido su vocación sacerdotal, sino también su fe y que se han convertidos en enemigos de la Iglesia.
La rosa blanca simboliza espíritu de oración; la roja: simboliza espíritu de reparación y sacrificio; la dorada: simboliza espíritu de penitencia.
En sus muchos mensajes la Virgen le transmitió:
“Quiero que cada día 13 se consagre como día mariano y los doce precedentes sirvan de preparación con oraciones. En ese día derramaré sobreabundancia de gracias y santidad sobre quienes así me hubieran honrado”.
“Deseo que el 13 de julio de cada año sea dedicado en honor de Rosa Mística”.
“Mi Divino Hijo está muy ofendido, por eso pido: desagravio, oración y penitencia”.
“Quiero que al mediodía de cada 8 de diciembre se celebre la hora de gracia para todo el mundo; mediante esta devoción se alcanzarán numerosas gracias. Nuestro Señor, Mi Divino Hijo Jesús, concederá copiosamente su misericordia, mientras los buenos recen por sus hermanos que permanecen en el pecado”.
“Quiero que se extienda una Comunión Reparadora en todo el mundo”.
Son muchos los mensajes que la Virgen le transmitió a Pierina Gilli, y sería imposible transmitirlos aquí, pero el más importante sin duda es: "Oración-Penitencia-Reparación".
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